jueves, 23 de febrero de 2017

EL SANTUARIO DE SACROMONTE 



Los cerros han sido lugares de culto desde tiempos remotos, en la época prehispánica estos lugares recibieron una especial atención por los grupos asentados en la Cuenca de México y fueron dotados de un alto grado de ritualidad, con la llegada de los españoles esto no terminó sino que se adecuó con las nuevas corrientes religiosas. Una de las demostraciones más tempranas de esto fue la aparición en Querétaro de grupos de concheros que acompañados de instrumentos cordófonos mantenían ciertas prácticas de sus antepasados inmediatos originarios de estas tierras, pero cargados de un alto grado de devoción por la naciente tradición católica en México.

Estos grupos de “concheros” dividieron el Centro de México en 4 rumbos o vientos, 2 de ellos femeninos donde moraban vírgenes y 2 de ellos masculinos donde moraban cristos, la crónica de San Luis Montañez podría ayudar a ahondar más en este tema, lo que nos ocupa es que precisamente el Sacromonte de Amecameca fue uno de estos recintos tan importantes para estos grupos, siendo uno de los “vientos” masculinos.




En 1524 los primeros franciscanos llegaron a la Nueva España, el llamado “grupo de los 12” comandado por Fray Martín de Valencia que era quien poseía el grado más alto en la jerarquía de la iglesia llegó para iniciar la labor de conversión de los indígenas en la capital de la Nueva España y poblados cercanos, es aquí donde Valencia se aposenta en Amecameca. Se dice que desde una cueva en lo alto del cerro que antes albergaba un templo consagrado al Dios Tezcatlipoca, el fraile contemplaba y se retiraba a hacer oraciones en favor del Dios católico que era recién llegado a estas tierras.



A partir de ahí, se edifica para finales del siglo XVI una pequeña capilla de modestas proporciones, esta capilla funcionaría como punto clave para la evangelización de los indígenas en la región, el monasterio mezcla elementos arquitectónicos propios del Barroco y del Neoclásico, actualmente se venera la imagen de un Cristo hecho con pasta de caña de maíz del siglo XVI y que fue parte de una serie de trabajos en este material que incluso llegaron a tener tanta importancia para que varias de las piezas se trasladaran a los principales recintos religiosos en España. También encontramos la imagen del Señor del Sacromonte que desde 1584 se considera como una imagen muy milagrosa entre la población del lugar y de otras partes del país.

El resto de la composición religiosa fue edificada en el siglo XIX por el cura José Guillermo Sánchez de la Barquera para representar las estaciones del Viacrucis, estas construcciones corresponden al estilo neoclásico, también es posible observar algunas tumbas datadas para el siglo XIX. Este santuario es uno de los más importantes en México y es muestra de las dos grandes tradiciones que están presentes en el pueblo mexicano contemporáneo: la mezcla entre la corriente prehispánica y la religiosidad europea.





Para saber más:
Miércoles de Ceniza: Fiesta Religiosa Pagana en Amecameca, Estado de México., Noé Jacobo Faz Govea

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