domingo, 25 de diciembre de 2016

Distinción de clases reflejada en la 
alimentación 
(III)


Para Moctezuma sin embargo, se preparaban cada día, más de trescientos platillos y muchos más para las gentes a su servicio, más de mil raciones. 




El tlatoani, antes de comer, elegía lo que más le apetecía entre los manjares del día: pavo, (guajolote), faisanes, perdices, cornejas, patos salvajes o domésticos, venado, jabalí, pichón, liebres, conejos. 

Después se sentaba solo en su icpalli (asiento real) y se colocaba delante de él, una mesa baja donde se disponían todos los platillos.




“Cuatro mujeres hermosas y muy limpias le daban agua a manos en unos como a manera de aguamaniles hondos que se llamaban xicales; ponían debajo, para recoger el agua, otros a manera de platos, y le daban sus tobajas, y otras dos mujeres le traían el pan y tortillas” (Soustelle).




Según fuentes, de vez en cuando el dignatario se atrevía a distinguir a algunos miembros de su corte con los guisos que les agradaban, una vez que había terminado el primer servicio, que era el principal, se le llevaban frutas de “de todas cuantas había en esta tierra, mas no comía sino muy poca de cuando en cuando” (Sahagún).

Después bebía cacao y se lavaba las manos como al principio de la comida, los enanos o corcovados hacían delante de él sus gracias y bromas; Moctezuma tomaba una de las pipas pintadas y doradas que se colocaban cerca de él y fumaba un instante para después dormir. 

En casa del soberano, y seguramente en la casa de sus principales aliados y aún en la de los señores de provincia, se preparaba comida suficiente para su servidumbre inmediata, para la gente cercana al gobierno, sacerdotes etcétera.





“Después de haber comido el señor, mandaba a sus pajes o servidores para que diesen de comer a todos los señores y embajadores que se hospedaran venidos de otros pueblos, daban de comer también a los que guardaban el palacio; también a quienes criaban a los mancebos, que se llaman telpochtlatoque y a los sátrapas de los ídolos; y a los cantores y los pajes y a todos los del palacio; también daban de comer a los oficiales, como a los plateros y los que labran plumas ricas, y los lapidarios y los que labran de mosaico, y los que hacen cotaras ricas para los señores” (Sahagún).


Bibliografía recomendada:
La vida cotidiana de los Aztecas en las vísperas de la conquista, Jaques Soustelle.
Historia General de las Cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de Sahagún.
Historia y mestizaje de México a través de su gastronomía, Mónica Niembro Gaona.
Entre alimentos, comidas y rituales. Algunas notas sobre la gastronomía prehispánica, la dieta ritual y la etiqueta gourmet mexica a la luz de la “Historia General de las Cosas de la Nueva España”, de fray Bernardino de Sahagún, Ulises Chávez.
La cocina prehispánica y sus ingredientes, Martha Chávez.


Texto: Arvin Hernández Villaseñor

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