lunes, 30 de enero de 2017

LA ESTELA SOLAR XINANTECATL



En el enigmático Nevado de Toluca con sus diferentes nombres (Xinantecatl, Chicnauhtécatl, o Nro’maani Nechhútatá) aún guarda grandes tesoros e historias que contar. Una de estas historias es el la estela del Nevado de Toluca, antiguo marcador astronómico del periodo Epiclásico (700-1000 d.C.). 

Hallazgo 

Su descubrimiento se remonta a los años sesenta, donde el arqueólogo Otto Schöndube realizo el rescate de una lápida fragmentada en el borde del cráter del Nevado de Toluca, donde fue trasladada al Museo de Sitio de Teotenango, donde se encuentra actualmente. Fue el arqueólogo Arturo Montero que en 1989 realizó un recorrido con sus alumnos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), donde gente local le menciono sobre la existencia de un monolito de gran tamaño, pero que un “gringo” se la llevó y que no sabían su paradero. No fue hasta el año 2002 donde el maestro Montero realizo una visita al Museo de Sitio de Teotenango y fue ahí donde se percató de una estela con grabados del periodo Epiclásico, con procedencia del Nevado de Toluca, además de un documento de Noemí Quezada donde menciona el descubrimiento y traslado de la pieza. 

Ubicación 

Con la comparación de las fotografías del hallazgo que proporciono el arqueólogo Schöndube, se pudo localizar la posible ubicación de la pieza, esta se encontraba Estela del Nevado de Toluca. Museo de Sitio Teotenango, Estado de México en el punto conocido como “El Mirador”, que se encuentra a 4300 msnm. Se le llama así, debido a la completa visión que se tiene del Valle de Toluca y de las montañas Iztaccíhuatl, Popocatépetl y Tláloc en la Cuenca de México. 

Iconografía 

La estela del Nevado de Toluca se encuentra fragmentada, sus dimensiones son de 143 cm de alto por 40 cm de ancho y 18 cm de espesor. La datación del relieve data del Periodo Epiclásico (600 al 1000 d.C.), debido principalmente a la manufactura y elementos característicos de este periodo. En la estela podemos apreciar a un personaje que porta una especie de “guantes” en forma de patas de jaguar, tanto en manos y en pies. El personaje porta tobilleras y rodilleras hechas de material perecedero. Sus brazos se encuentran flexionados y sus manos están colocados sobre la cintura; porta una cola de felino y en el centro de su abdomen se aprecia un disco, posiblemente un Sol. En medio de las piernas porta una fecha que consiste en dos círculos y el glifo casa, que posiblemente se trate del nombre del personaje. Las investigaciones de Arturo Montero, Otto Schöndube, Francisco Rivas Castro, Noemí Quezada, Stanislaw Iwaniszewski, entre otros nos mencionan que el personaje representado en la estela puede ser una divinidad relacionada con la montaña que se come al Sol por las tardes, como se muestra en códices del periodo Posclásico Tardío, como el Códice Borbónico y el Vindobonense; esto último debido a los elementos de felino que porta y por tener el disco solar, que en los códices mixtecos se muestra igualmente al astro cuando está amaneciendo o anocheciendo. 

Arqueoastronomía 

Los estudios del arqueólogo Arturo Montero en la Estela de Teotenango nos menciona que su función pudo haber servido como una especie de marcador astronómico que servía para indicar el paso cenital del Sol, que ocurre en dos fechas del año: el 16 de mayo y el 27 de julio cuando el medio día el Sol no proyecta ninguna sombra lateral. Al igual que Monte Albán en Oaxaca y en Xochicalco Morelos se encuentran puntos de observación que posiblemente servían para indicar el inicio y auge de la temporada de lluvias y la observación del paso cenital del Sol. Esta estela aún guarda muchos misterios al igual que la casa del dios de la lluvia del Valle de Toluca conocida como Xinantecatl o Nevado de Toluca. 




Para leer más: 

Luna Erreguerena, Pilar. «El Nevado de Toluca. Sitio de veneración prehispánica.» Arqueología Mexicana VIII, nº 43 (2000): 47-50. Montero García, Ismael Arturo. «Arqueoastronomía.» En Las Aguas Celestiales. Nevado de Toluca, de Pilar Luna , Arturo Montero y Roberto Junco , 68-79. México: INAH-Arqueología Subacuática, 2009. Quezada , N. Los matlatzincas (épcoa prehispánica y época colonial hasta 1650). México: UNAM, 1996.

Neftali Galvan Mercado

viernes, 27 de enero de 2017

ENTIERROS EN LA IGLESIA DE NOHCACAB, HOY SANTA ELENA, YUCATÁN 


Les compartimos una descripción que realizó el norteamericano John Lloyd Stephens en el año de 1842 en Santa Elena, Yucatán:

“…Junto a la iglesia y pegado al convento había un gran osario con una hilera de calaveras al andén de los muros. Encima del pilar que servía de apoyo a la pared de la escalera había una oquedad llena de huesos, y la cruz estaba también coronada de calaveras… había una mezcla promiscua de huesos y calaveras, y a lo largo de las paredes, pendientes de ellas por mecates, metidos en cajones o cestos o amarrados en un trapo, con los nombres escritos encima, estaban los huesos y calaveras de diversas personas… Cerca de los altares se veía una caja con un guardapolvo de cristal, la cual contenía los huesos de una señora, mujer de un viejecito muy alegre a quien teníamos costumbre de ver todos los días. Estaban limpios y lustrosos cual si los hubiesen pulimentado, con la calavera y canillas al frente, los brazos y piernas colocados en el fondo y las costillas a los lados puestas en orden regular, una encima de la otra, como estaban cuando la difunta gozaba de vida. Al lado de la caja había una tabla negra con una inscripción poética compuesta por el marido que decía:

‘Detente, mortal
Mírate en éste espejo;
Y en su pálido reflejo
Mira el término final.
Este eclipsado cristal
Tuvo su esplendor y brillo,
Pero el golpe terrible
Del destino final
Descargó en Manuela Carrillo’


Tomando una calavera en la mano me dieron de lleno a la cara las siguientes palabras: ‘Soy Pedro Moreno: Un Avemaría y un padrenuestro por Dios, hermano’… Acostumbrados como estábamos, a mirar como sagrados los huesos de los difuntos, a contemplar con tristeza el más leve recuerdo que se presentase a la vista trayendo a la memoria a un finado amigo, nos chocó mucho una exhibición semejante. Pregunté al padrecito por qué no dejaban descansar en paz aquellas calaveras, y me contestó, y acaso es demasiado cierto, que muy pronto se olvidaban en la tumba; que cuando se tienen siempre a la vista, cada una con su nombre, recuerdan a los vivos la existencia pasada y estado muerto de sus dueños…”






Alfredo Mercado.

jueves, 26 de enero de 2017

EL CHOCOLATERO Y SU PERRO FIEL



El maravilloso monumento 89 de Toniná, México, es una escultura en bulto, cuyas dimensiones y formato pequeño, son llamativos (36 cm. de largo), y representa a un perro agachado. El animal se apoya sobre su vientre y vuelve su cabeza hacia el lado y ligeramente hacia arriba, tal vez para un espectador que lo hubiera visto en su contexto original.

Éste monumento 89 es muy curioso, ya que la corta inscripción en la parte posterior del perrito, proporcionó un indicio clave para el desciframiento de la sílaba tz´i, a mediados de la década de 1980.






Como sostuvo entonces David Stuart (Stuart 1987) el primero de los cuatro glifos se puede leer Utz’i-i, traduciéndose u tz’i’, "su perro" y los glifos restantes corresponderían al nombre del dueño del animal.
U-tz’i-i / AJ-ka-ka-wa / 2-WINIKHAAB? / AJ-?-K’UK’? u tz’i’ aj kakaw cha’ winikhaab(?) aj ? k’uk'(?)
“Es su perro del hombre del chocolate, los dos registros del año?”

Revisando la escultura Stuart, llama la atención sobre el nombre del dueño del perro, que es en gran parte un tema en estudios anteriores y que curiosamente, parece estar etiquetado/nombrado como aj kakawa, "la persona de cacao", o "chocolatero" (Stuart, 2014).




La designación recuerda inmediatamente a varias referencias personales que se describen recientemente en los murales de Calakmul. Acompaña a representaciones de personas consumiendo varios alimentos y el manejo de otros tipos de materias primas (Carrasco Vargas y Cordiero Baqueiro 2013).

La gente simplemente se designa con títulos como aj ul, "la persona de atole", aj atz'aam, "la persona de la sal," o aj may, "la persona que aspira tabaco" (Martin 2013). Estas descripciones parecen referirse a funciones especializadas en la economía cortesana de Calakmul, indicando quizás vendedores o comerciantes que comerciaban con materias primas específicas y que involucran a las élites (Stuart, 2014).

Las fragmentos sobrevivientes de los murales de Calakmul no se refieren a cualquier "persona de cacao", pero al parecer en el monumento de Toniná tenemos la designación del nombre del dueño del perrito, ya que al final de la inscripción del monumento, dos glifos parecen decirnos algo acerca de su edad, indicando que estaba en su segundo k ' atun de vida (20-40 años). El glifo final de la frase de nombre, también un título de algún tipo con el prefijo de aj, es difícil analizar sin una inspección más cercana del monumento original (Stuart, 2014).

Una conexión interesante entre perros, comerciantes y cacao fue señalada hace muchos años por Eric Thompson, en su discusión de la vasija de Ratinlixul (Kerr no. 594) (Thompson 1970:137). 
Él vio esta vasija como una probable representación de un rico comerciante que es llevado en una hamaca, acompañada con un séquito de ayudantes, incluido un perro debajo (Stuart, 2014).

Thompson relaciona la imagen, con la mención de Landa de los rituales en el mes Muan, cuando los dueños de los campos de cacao sacrifican un perro con "manchas del color del cacao" durante las fiestas en honor de los dioses Ek Chuah, Chaac y Hobnil. No estoy seguro si estoy de acuerdo con la conexión de Thompson a Landa, pero su idea general de que la vasija, muestra una fiesta comercial parece razonable a primera vista (Stuart, 2014).

Stuart, se inclina hacia la idea de que el perro de Toniná no era un cancerbero (vigilante del mundo de los muertos), más bien fue un animal verdadero que fue una vez amado por una persona real, al parecer un chocolatero conectado a la corte real de Toniná (Stuart, 2014).

La idea de que algunos antiguos mayas tenían perros para ser mascotas puede parecer un poco inusual a la luz de evidencia arqueológica, ya que algunos caninos eran parte de la dieta humana en muchas comunidades mayas antiguas, sin embargo, tenemos muy buenas indicaciones que, en los círculos de élite por lo menos, los perros también eran a menudo compañeros de confianza
(Stuart, 2014).

Pronto Stuart y sus colegas en el Proyecto Regional Arqueológico La Corona publicaran un análisis de una encantadora escultura excavada en 2012 que retrata claramente a una señora real sentada en compañía de su perro doméstico, que se muestra feliz corriendo por el piso en frente su trono (Stuart, 2014).

Por ahora, entonces, se podrá tal vez añadir un poco más a la historia del tz´i de Toniná: su propietario no era el rey, sino más bien alguien cerca de la corte real, que era un vendedor o distribuidor de chocolate, un producto clave en cualquier casa real de la cultura maya (Stuart, 2014).






Texto traducido y adaptado de :
https://decipherment.wordpress.com/…/…/the-chocolatiers-dog/
Autor : David Stuart


FUENTES CITADAS:
Carrasco Vargas, Ramón, and María Cordiero Baqueiro. 2013. The Murals of Chiik Nahb Structure
1-4, Calakmul, Mexico. Maya Archaeology 2, pp. 8-59, edited by Charles Golden, Stephen Houston
and Joel Skidmore. Precolumbia Mesoweb Press, San Francisco.
Graham, Ian, and Peter Mathews. 1996. Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions, Volume 6, Part 2.
Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Harvard University, Cambridge, MA.
Kerr, Justin. 2001. The Last Journey: Reflections on the Ratinlinxul Vase and Others of the Same
Theme.http://www.mayavase.com/jour/journey.html
Martin, Simon. 2013. Hieroglyphs from the Painted Pyramid: The Epigraphy of Chiik Nahb Structure
Sub 1-4, Calakmul, Mexico. Maya Archaeology 2, pp. 60-81, edited by Charles Golden, Stephen
Houston and Joel Skidmore. Precolumbia Mesoweb Press, San Francisco.
Stuart, David. 1987. Ten Phonetic Syllables. Research Reports on Ancient Maya Writing, Number
14. Center for Maya Research , Washington, D.C.

Thompson, J. Eric S. 1970. Maya History and Religion. University of Oklahoma Press, Norman

Texto: Benito Vanegas

lunes, 23 de enero de 2017

Capilla abierta



Es posible ver la estructura de la capilla en la Sierra de las Navajas que aún guarda su fachada principal, dotada de un arco que delimita la puerta con ciertas evidencias de mampostería, así como el detalle de un símbolo litúrgico propio de la orden franciscana. El recinto es de pocas dimensiones comparado con la mayoría de las producción arquitectónica realizada por esta orden en otras regiones, sin embargo, sus dimensiones están relacionadas por su funcionalidad como parte del discurso del proyecto evangelizador franciscano, el cual enuncia la conversión de la idolatría indígena a la religión judeo-cristiana de llegar a los lugares más remotos de la Nueva España.






En los domingos y días de fiestas de precepto dentro de la tradición sincrética novohispana, la misa mayor a la intemperie se celebraba en la “Capilla Abierta” término acuñado en 1972 por el historiador del arte mexicano Manuel Toussaint, para designar una de las soluciones arquitectónicas y funcionales más brillantes y eficaces, dada por los misioneros españoles al problema de la evangelización indígena.

En su tipología más simple, la capilla abierta es un escueto nicho de mampostería, edificado en línea con la puerta del templo y la portería conventual, y encarada al patio. Sirve para ofrecer la debida protección a la eucaristía durante la misa que los frailes oficiaban a los naturales, concentrados en los patios a la sombra de los árboles.

Los misioneros explotaban así un recurso muy querido por la población autóctona, como era el culto al aire libre. Dos argumentos aconsejaban mantener este ámbito prehispánico, consistente en la exteriorización del culto. Por un lado, enlazar con la tradición el “teocalli” a la que suplantan, cristianizándola; y por otro, evitar la posible claustrofobia que los recintos cubiertos solían producir en el ánimo de los indígenas.






Fuentes:
Palomera Páramo, Jesús, “Franciscanos, Arte Sacro y Evangelización” en Franciscanos en América.
Quinientos años de presencia evangelizadora, (coord.), (edit.) Francisco Morales O.F.M,
Conferencia Franciscana de Santa María de Guadalupe, México, 1993, pp. 177-186
Schönleber Riusech, Ivonne Siegrid y Jannu Lira Alatorre, La Minería de la Obsidiana Actual y
Prehispánica en la Sierra de las Navajas, Hidalgo, Tesis de Licenciatura en Arqueología, Escuela
Nacional de Antropología e Historia, México, 2007.

Edson Cupa.

jueves, 19 de enero de 2017

Los aluxes del puente Cancún-Nizuc


Como ya lo hemos mencionado en una entrega anterior, los aluxes son conocidos en la cultura maya como pequeños seres sobrenaturales con quienes los campesinos pactan para proteger las milpas, que al paso de los años son alcanzadas por el desarrollo urbano, como sucedió en la carretera federal que conecta a Cancún con Playa del Carmen.




El puente Cancún-Nizuc, que va de Cancún hacia el Aeropuerto Internacional de la ciudad, fue una obra realizada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y el cual ha sido objeto de una de las leyendas de aluxes más representativas y famosas de Cancún.

Esta historia como la mayoría de los relatos y crónicas, es un relato, que ha pasado de generación en generación, y se ha ido modificado su contenido y las versiones desde sus inicios, pero la esencia de la leyenda aún se conserva.

El relato popular señala que los aluxes derribaron en más de una ocasión la construcción del puente Cancún-Nizuc, lo que dejaba perplejos a los arquitectos y trabajadores de la obra.

De acuerdo con el relato, la cimbra de la construcción del puente que lleva al aeropuerto de la ciudad era preparada durante el día, “Al llegar los ingenieros y trabajadores encontraban que los comienzos de la obra se encontraban destruidos, sin explicación alguna”.

Por lo que según las leyendas, el puente cayó en más de tres ocasiones antes de que los ingenieros de la obra aceptaran, con escepticismo, recurrir a un sacerdote maya para negociar con la familia de aluxes que habitan en el lugar y poder terminar la obra.

Los aluxes, impedían la construcción del puente, según la creencia de la región las personas pactan con estos seres para que protejan algún terreno y mantenga alejados a los intrusos, que se cree fue la razón por la que, a pesar de los años, continuaron cuidando la tierra.

El sacerdote maya, de acuerdo con las versiones de los relatos, señalaba que los aluxes no pretendían hacer daño, simplemente protegían el lugar de la construcción. El sacerdote se comunicó con ellos a través de un ritual con el fin de realizar un nuevo pacto, que les permitieran continuar con la construcción del puente.




En la parte baja del puente, que fue inaugurado en 1991, se puede apreciar una pequeña casa con el estilo típico de la región, que tanto turistas así como algunos residentes creen que se trata de un atractivo turístico, pero en realidad ese fue el nuevo acuerdo para frenar la disputa entre los aluxes y los ingenieros de la construcción.

Los aluxes permitieron que la construcción, de 18 kilómetros de longitud, se terminará con la condición de que se les diera un espacio, pues no permitirían ser desplazados del lugar en el que, de acuerdo con las creencias, aún habitan.





George Gammel Angell

Textos, fuentes e imágenes:
http://sipse.com/novedades/leyenda-de-aluxes-en-cancun-puente-aeropuerto-cancun-145928.html

miércoles, 18 de enero de 2017

MINA MODERNA DE OBSIDIANA EN SIERRA DE LAS NAVAJAS



La mina moderna de obsidiana que apreciamos se encuentra ubicada dentro el ejido del Nopalillo, esta mina hasta hace poco aún conservaba indicios de la actividad minera prehispánica con la presencia de algunos tiros prehispánicos, sin embargo por el proceso de erosión del suelo estos han ido desapareciendo,la coincidencia de tiros prehispánicos con actividad minera contemporánea recae en que los artesanos-mineros se guiaban con este tipo de elementos para extraer obsidiana.




Este tipo de minería se clasifica dentro de la minería subterránea, el acceso es por medio de una rampa que posee un ancho de 1.5 mts y una altura que va de centímetros a 4 mts, las paredes de la rampa poseen una capa vegetal que ayuda a evitar el colapso de las paredes, el diseño de este espacio considera el ancho suficiente para que un hombre pueda entrar y salir con una carretilla hacia el patio de mina, que se encuentra donde inicia la cala hacia afuera, donde se llevan a cabo las actividades de selección de material, lasqueo y en algunos casos el espacio del hogar.






Las características compactas y plásticas del suelo permiten que la mina se excave sin necesidad de colocar ademes que hagan soporte para evitar el colapso de paredes y techo, la única forma de que esto suceda es como ya habíamos mencionado, la filtración del agua por degrado de la capa vegetal.

Dentro de la mina pueden apreciarse varios pozos que al no haber presentado material de buena calidad o al haber extraído todo son aterrados o rellenados con desechos para buscar más al fondo de igual forma aún se puede apreciar obsidiana en la matriz y algunos núcleos que fueron calados dentro de la mina para dar cuenta de su calidad.





Fuentes:
Pastrana, Alejandro, La Explotación Azteca de la Obsidiana en la Sierra de las Navajas, Instituto
Nacional de Antropología e Historia, México, 1998.
Schönleber Riusech, Ivonne Siegrid y Jannu Lira Alatorre, La Minería de la Obsidiana Actual y
Prehispánica en la Sierra de las Navajas, Hidalgo, Tesis de Licenciatura en Arqueología, Escuela
Nacional de Antropología e Historia, México, 2007.

Los aluxes



En la península de Yucatán son frecuentes diversas leyendas relacionadas con seres extraños que se aparecen por las noches en las milpas y montes. 

Se trata de pequeños individuos llamados aluxes, que toman actitudes según el trato que reciban, pues si una persona se interna en su territorio y pronuncia groserías, u ofensas hacia ellos o el sitio, estos le enviarán a través del viento alguna enfermedad conocida en los pueblos mayas como “mal aire”, fiebres y delirios por lo general; pero si se les trata de manera amable e, incluso, se les ofrece comida, en recompensa, ellos cuidarán de la milpa y hasta dotarán de buena cosecha. 





Su apariencia es similar a niños, visten alpargatas y sombrero e, incluso, tienen un perro y viven al interior de las cuevas cercanas a las milpas o en el monte, ellos no son malos; simplemente que, al ser como niños, también son muy traviesos, les gusta jugar y correr por todo el lugar. 

Se dice que estos seres son descendientes del Enano de Uxmal, pues al igual que él, fueron creados de barro por parte de viejos sacerdotes mayas quienes recogían barro de las cuevas vírgenes en las que nunca hubo pisado mujer alguna. 

Éste se ponía a reposar durante nueve noches y, posteriormente, se mezclaba con una pócima hecha de miel y flores silvestres para luego colocarlos durante otras nueve noches en un altar con sacá cuidando que el Sol no llegara hasta ellos. 

Transcurrido el tiempo específico se llevaban a esparcir por el monte entre cantos y rezos para cumplir con su misión, cuidar de la cosecha. 

Hoy en día se dice que estos pequeños seres salen de sus cuevas al caer el Sol y regresan a sus guaridas antes de que salga de nuevo, sus perros también están hechos de los mismos materiales que ellos. 





Otra de las historias que rodean a estos duendecillos refiere a los campesinos que conviven con ellos, si uno desea que sus cultivos sean custodiados por un alux debe colocar una casa para él, pero después de siete años la puerta debe ser sellada o de lo contrario, éste comenzará a actuar en contra de quien lo ha adoptado y de todo quien se encuentre a su paso. 

Son muchas las historias de personas que dicen haber tenido encuentros con los aluxes, algunas de las experiencias son buenas, otras no tanto, todo depende del trato que se les dé. 

Si en alguna ocasión alguien recibe un “mal aire” de algún alux debe recurrir a un H´men experto, pues de lo contrario, si el alma de quien intenta curar es débil, corre el riesgo de ser afectado por el mismo mal. 




George Angell Gamell


Fuentes y texto: www.mayas.uady.mx/articulos/art_03.html www.mexigotours.com/aluxes.html http://www.en-yucatan.com.mx/yucatan/leyendas/los-aluxes/ www.hecelchakan.net/leyendas-hkan/aluxes.htm http://sipse.com/…/los-aluxes-del-pozo-de-yaxkukul-22842

martes, 17 de enero de 2017

Sitios Andinos


Áspero, Supe Puerto

El sitio de Áspero en Supe Puerto tiene una de las historias de recuperación de un centro arqueológico más satisfactorias que existen en Perú y tal vez en América. Hasta 2007 existió ahí un basurero que aunque ya se sabía que estaba sobre vestigios precolombinos poco o nada se había hecho por la conservación, por lo que existió tanto saqueo que incluso se llegó a dinamitar el montículo mayor.





1 Vista hacia Áspero

Fue gracias a que se identificó que el cercano sitio de Caral databa de hace 5000 años que se comenzó a estudiar la zona y con ello Áspero. Entonces se retiraron las toneladas de basura que cubrían el lugar y se excavaron las estructuras principales y algunas de las zonas habitacionales. Actualmente se está preparando el sitio para el turismo, por lo que se construyó un centro de visitantes, una sala introductoria y locales que serán ocupados para el comercio, todo ello con madera barnizada que armoniza con el color del desierto arenoso de la región.

En su época de esplendor, el mar llegaba hasta la zona baja del sitio, por lo que ahí mismo se pescaba, se salaba y se almacenaba algunas especies del rico mar del Perú. 
El excedente se comerciaba con Caral, centro rector de la región; se han descubierto áreas de secado, cocinas y reservorios de forma circular para éstos quehaceres.





2 Pirámide de los ídolos

La zona ceremonial se encuentra un poco más alto en la ladera de una loma, consistía de la llamada huaca alta (hoy muy dañada), la pirámide de los ídolos que en su frente presenta un anfiteatro circular característico de la época y la zona, además de otros edificios menores.

El sistema constructivo del sitio es el mismo que en otros de la región, se basa en el uso de las “Chicras”, que son redes textiles en forma de bolsa que contienen piedras, las cuales se colocan una sobre otra en el núcleo de las estructuras para dar estabilidad a las mismas. Además se recubrieron los edificios con piedra labrada. Cabe destacar que al igual que en Mesoamérica se acostumbraba construir sobre las estructuras existentes, por lo que se pueden apreciar diversas etapas constructivas una sobre otra.




3 Pirámide de los sacrificios

Otra particularidad que comparte Áspero con el resto de sitios de la cultura Caral es que no se encuentra cerámica, esto debido a que son de una etapa tan remota que aún no se conocía la tecnología para cocer el barro. Únicamente se han encontrado figurillas hechas con barro secado al sol.



Texto y fotografías: Mario Alfredo Mercado 

viernes, 13 de enero de 2017

La arquitectura doméstica en Mesoamérica

II



La forma de distribución de los hogares giraba en torno al patio, donde giraba el rededor de las actividades domésticas, desde lo necesario para la preparación de alimentos, la crianza de los niños, la crianza de animales, el culto doméstico y también sus principales oficios.

Las viviendas se trataban de habitaciones sencillas con la puerta como única entrada de luz, que si analizamos el hecho de que la mayor parte de las actividades eran en el exterior, veremos que a lo mucho solo necesitaban de un espacio en donde dormir, cocinar y almacenar alimentos como el maíz.

Por lo regular el conjunto residencial se trataban de habitaciones aisladas construidas en torno al patio.

El terreno familiar podía estar delimitado del espacio público, ya sea con una enramada,muros vivos de cactáceas o magueyales o muros de mampostería.

La forma de las viviendas podían ser cuadradas o rectangulares por lo regular, o también podían ser de planta curvilínea, ya sea ovales o redondas. Incluso en algunas regiones del norte de México se construían viviendas semisubterráneas (en una futura publicación tratare ese tema en particular). 

El número de viviendas dependía de los miembros de las familias, que pueden ir de una vivienda con capacidad de albergar de 5 a 7 personas, o una familia más extensa donde era necesaria la construcción de más viviendas.

Cabe destacar, que las casas no solo servían como viviendas de los vivos, sino que también lo eran de los muertos, ya que en el terreno familiar era donde se hacían los entierros de los miembros de la familia, ya sea enterrando el cuerpo entero de los difuntos (incluso construyendo criptas de diversa calidad como pasaba en Oaxaca) o la urna funeraria, con lo que no se rompía la relación entre sus moradores con sus antepasados.

Además de los espacios destinados al descanso, también encontramos estructuras destinadas como graneros donde se almacenaban los alimentos necesarios para la subsistencia de la familia. Los graneros podían ser unos enrejados de madera o podían ser estructuras de adobe con forma de olla y con techumbre de zacate (hoy en día existen y en la zona náhuatl se les conoce como cuexcomates). 

También es importante destacar la existencia de pequeños lugares de culto en el conjunto familiar donde se solían celebrar ceremonias familiares. Estas podían ser desde pequeñas estructuras piramidales o capillas y solían estar en el patio.

Conforme la vida urbana se fue volviendo más compleja, las viviendas de la zona media y alta dieron lugar de edificios aislados a conjuntos habitacionales con sus respectivos patios para el estar de sus habitantes y para darles luz a los espacios cerrados. 

Ejemplos de estos los tenemos en Teotihuacán, Tula, o como lo aseguran las descripciones de los españoles, las ciudades de la Cuenca de México incluyendo la propia Tenochtitlan.

Curiosamente, podemos afirmar que uno de los ejemplos de arquitectura mesoamericana que casi han permanecido inalterados a través del tiempo es precisamente la arquitectura domestica de los campesinos, ya que la vida cotidiana como tal no fue tan alterada conquista española, salvo por la introducción de algunos elementos como los animales de granja.

En cambio, la transición es más evidente en las casas de las clases más elevadas, como el caso de las familias de gobernantes y comerciantes. 

Pero no se trató de un cambio de golpe, sino que fue un cambio generacional que poco a poco fueron adoptando elementos españoles, como la introducción de ventanas, el uso de tejado, la adopción de elementos decorativos europeos, entre otros más. 

Sobreviven algunos ejemplos de esta transición, principalmente en las conocidas casas de cabildo de las comunidades indígenas, pero el ejemplo más notable de estos cambios los podemos ver en la Casa de la Cacica que se localiza en la localidad de San Pedro Teposcolula, Oaxaca.

Por desgracia, esta arquitectura vernácula que tiene sus raíces tanto en el mundo mesoamericano como en el creado a partir del mestizaje cultural está muriendo frente a los embates de la modernidad cambiándose por las llamadas “casas de material”, que ni siquiera siguen los parámetros de las casas tradicionales, perdiendo tanto poblaciones rurales y ciudades la fisonomía que tanto enamoro a propios y extraños.










Bibliografía:
- Pablo Escalante Gonzalbo, La vida cotidiana en México, Tomo 1.
- David M. Carballo, La casa en Mesoamérica, Arqueología Mexicana no. 140.
- Reconstrucción de las viviendas de la comunidad de Tetimpa, Puebla.
- Reconstrucción de las viviendas de campesinos mayas.
- Reconstrucción del conjunto habitacional de La Ventilla, Teotihuacan.
- Maqueta votiva, Nayarit, Periodo Clásico.
- Vivienda maya contemporánea.
- Vivienda mixteca de adobe con su techumbre de zacate.
- Viviendas contemporáneas purépechas de madera.
- Vivienda de pencas de maguey.
- Casa de la Cacica, San Pedro Teposcolula, Oaxaca, siglo XVI.


Texto: Federico Pérez


jueves, 12 de enero de 2017

 La arquitectura doméstica en Mesoamérica

I

Lejos de la atención que han merecido en el público en general los centros ceremoniales de las ciudades mesoamericanas tenemos a las casas de sus moradores, que podríamos decir que es un equivalente de la arquitectura a gran escala de los espacios públicos.

Al igual que en las civilizaciones primigenias y pueblos sedentarios del resto del mundo, los pueblos mesoamericanos adoptaron de forma intuitiva distribuir sus moradas entorno a un patio central donde se llevaran a cabo la mayor parte de la vida cotidiana de sus habitantes.

Al tratarse de sociedades clasistas, podemos ver en la distribución de los barrios esta estratificación con la que estaban regidos. 

En primer lugar y viviendo a un lado de los centros ceremoniales y mercados tenemos las viviendas tanto de los gobernantes (que normalmente vivían en un palacio dentro del centro ceremonial donde a la vez gobernaban), nobles y sacerdotes junto a sus seminarios donde educaban a sus pupilos. 

En segundo lugar tenemos a los barrios de artesanos y comerciantes, que gracias a su cercanía resultaba práctico para el servicio de la clase gobernante. 

Y ya en las orillas, con cercanía a los campos de cultivo tenemos a los campesinos, que dependiendo el tipo de terreno podemos ver una complejidad en cuanto a su infraestructura (por ejemplo, las ciudades que estaban en la cima de montes podemos encontrar complejos sistemas de riego o sistemas de terrazas).

Estas diferencias también las podemos ver en los materiales de construcción de las viviendas. Como ya he tratado el tema de los materiales de la construcción, los que resultan de mayor calidad serán los que serán destinados para las viviendas de las clases gobernantes (estructuras de mampostería o de adobe con aplanados de estuco por ejemplo), mientras los materiales perecederos como también el adobe, la madera, incluso construcciones de zacate o de pencas de maguey eran destinados para las clases artesanales y campesinas.

Es por eso que la arquitectura domestica no llega a despertar el interés, y esto es porque debido a su naturaleza efímera, no han sobrevivido ejemplos completos de casas de la época prehispánica, a lo mucho y llegan a sobrevivir los arranques de los muros y sus cimentaciones que por lo regular si se construían de materiales duraderos para poder soportar el peso de las edificaciones.








Bibliografía:
- Pablo Escalante Gonzalbo, La vida cotidiana en México, Tomo 1.
- David M. Carballo, La casa en Mesoamérica, Arqueología Mexicana no. 140.
- Reconstrucción de las viviendas de la comunidad de Tetimpa, Puebla.
- Reconstrucción de las viviendas de campesinos mayas.
- Reconstrucción del conjunto habitacional de La Ventilla, Teotihuacan.
- Maqueta votiva, Nayarit, Periodo Clásico.
- Vivienda maya contemporánea.
- Vivienda mixteca de adobe con su techumbre de zacate.
- Viviendas contemporáneas purépechas de madera.
- Vivienda de pencas de maguey.
- Casa de la Cacica, San Pedro Teposcolula, Oaxaca, siglo XVI.

Texto: Federico Pérez

miércoles, 11 de enero de 2017

LAS BONDADES DEL EPAZOTE 



El epazote es una hierba que abunda en el valle de México y en los estados norteños de Chihuahua, Durango y Sonora. 

Su nombre proviene del náhuatl epazotl que significa “hierba olorosa”. Conocido entre los mazahuas como chimi, kuatsitasi por los purépechas, koko ón, kokono´ por los tzotziles, por mencionar algunas etnias. 

Existen varias especies de epazote, hay verde y morado, con y sin semilla, y una en especial conocida como “hierba del zorrillo”, porque despide un olor fétido muy fuerte. 

La referencia más antigua del epazote se encontró en el Códice Florentino -siglo XVI- que menciona al epazotl, como hierba olorosa, altilla y delgada. 





Ya desde entonces se reconocían sus propiedades curativas contra el asma o para arrojar animales nocivos del vientre (disentería), y su uso comestible.

En cuanto a su “poder” curativo, la medicina popular en las comunidades rurales indígenas recomienda un té de epazote sin que el paciente esté presente, pues se dice que "las lombrices huelen el medicamento y ya no salen". 

Otros padecimientos son los cólicos menstruales "ocasionados por bañarse con agua fría o comer cosas irritantes, cuando se está reglando"; utilizado para acelerar las contracciones uterinas durante el parto o para eliminar entuertos a la parturienta. 

Caso contrario como abortivo, para aliviar la esterilidad para limpiar la matriz o "purgar" a la mujer después del parto aplicándolo mediante lavados vaginales. 

Durante el puerperio, si las madres no tienen suficiente leche para amamantar a sus hijos, las parteras nahuas de Morelos, recomiendan atole de chocolate con epazote. 

Incluso para bañar al recién nacido descriado y contra el "enfado". 

Se dice que es útil contra picadura de alacrán y verrugas; aplicado en emplasto, junto con tabaco y sal, sirve para las heridas y, con menor frecuencia, sirve contra dolor de muelas.

Para curar contra “el espanto”, los curanderos en el estado de Morelos rezan tres credos cerca de la oreja del enfermo, "empazotan" todo su cuerpo y lo acuestan al rayo del sol para que sude la enfermedad mientras siguen rezando. 

En cambio, los matlatzincas mojan el epazote con alcohol, le dan limpias al enfermo, después le dan a oler y al final el enfermo tiene que tirar la planta al río para que se lleve la enfermedad. 

En la medicina indígena de Chiapas, se emplea el epazote para tratar el shenel, un mal causado por comer muchos alimentos "fríos" o porque Dios manda la enfermedad como un castigo ligero.

Los tzotziles de Zinacantan, siempre incluyen el epazote en los rituales del bautismo y matrimonio, ocasiones en que hay una "comida a la mesa" (que se sirve en el piso de tierra), la cual sigue una forma meticulosamente prescrita que incluye siempre aguardiente de caña, tortillas, pollo cocido en caldo de chile, sal y epazote. 

Además de los usos medicinales, los indígenas prehispánicos preparaban una serie de salsas y guisos coloridos a base de tomate, chile y hierbas aromáticas, entre las cuales el epazote jugó un papel muy importante. 

Actualmente, en todo el país, destaca su empleo para condimentar diversos platillos de la cocina mexicana: los esquites, la pancita, los frijoles de la olla, el chicharrón en salsa verde o roja, caldo de la virgen, con pescado, en algunos tipos de tamal o combinado con hongos, flor de calabaza, entre otros. 






Para conocer más:
http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/monografia.php?l=3&t=epazote&id=7646

Texto: Alejandra Salazar

martes, 10 de enero de 2017

Huexotla


Ubicación
Huexotla se ubica en las coordenadas 19° 29´ latitud norte y 98° 
52´ longitud oeste. 

En línea recta se ubica a tan solo de 30 kilómetros de la Ciudad de México. Sus vecinos son los sitios de Texcoco y Coatlinchan, en el Estado de México.

Trabajos arqueológicos


Los trabajos arqueológicos realizados en Huexotla se remontan a la última década del siglo XIX y principios del siglo XX, ejemplo de ello tenemos al arqueólogo Leopoldo Batres, Eduardo Noguera.

Existen dos trabajos de recorrido de superficie el primero de ellos llevado a cabo por Parsons (1971:136-138), de los que se dedujo el tamaño del sitio para el Posclásico, el cual abarcó aproximadamente 550 hectáreas de extensión, divido en dos partes; un núcleo urbano amurallado, donde estarían ubicadas una gran cantidad de estructuras cívico-ceremoniales y una segunda área de asentamiento disperso, pero con numerosos tlateles que fueron áreas residenciales. 

Parsons considera que el sitio durante el Posclásico habría sido un Centro Regional Primario, con una población entre 7500 y 15000 habitantes en la parte del núcleo urbano y una población de 4000 a 8000 personas en el sector disperso.

El otro estudio previo en Huexotla es el que llevó a cabo por la maestra Teresa García (1987), que tuvo como objetivo, conocer la extensión del sitio, sus épocas de ocupación, como también distinguir el núcleo urbano del área periférica y por último tratar de detectar posibles áreas de especialización del trabajo (García 1987:23). 

Este estudio, se llevó a cabo mediante la técnica de recolección de superficie, con lo cual se generaron mapas de distribución de densidades de material, que al interpretarse definieron los núcleos poblacionales de lo que llama Azteca Temprano y Azteca Tardío, que son etapas subsecuentes y con una superposición casi exacta. 

La misma autora (García 1987:82) propone que los edificios de Santa María y el Circular corresponden con el núcleo inicial de Huexotla, es decir a la fase temprana. 

La segunda época está representada además, por los edificios; La Estancia-Comunidad, Edificio B de Santa María, San Marcos y el edificio que tal vez este bajo la actual iglesia mayor de Huexotla.

Los últimos trabajos realizados en la zona arqueológica es por medio del salvamento arqueológico del INAH a cargo del arqueólogo Raúl García Chavez y Luis Manuel Gamboa Cabezas.

Huexotla es uno de los pocos sitios que aún quedan en la Cuenca de México con casi todas sus estructuras intactas. 
Sobresalen del paisaje los conjuntos mencionados líneas arriba, los cuales por su disposición son casi todos habitacionales y del tipo tecpan (ver Chimalhuacan), a excepción del Templo de Ehecatl;, sin embargo, la urbanización está alcanzando rápidamente a este lugar y se construyen colonias nuevas en los alrededores. 


Chimalhuapan


En pocos años los núcleos arqueológicos que aún quedan y que
deberían ser excavados en forma extensiva, serán absorbidos por la mancha urbana y tal vez desaparezcan.





Parroquia de San Luis
Construcción del siglo XVI se encuentra erigida sobre un antiguo teocalli prehispánico, puede ser que sea el templo principal del centro ceremonial de huexotla, que en la actualidad se conserva parte de los muros y su acceso principal, cuya orientación corresponde hacia el poniente. 

Además de los restos de sus antigua arquitectura nos muestra la reutilización de esculturas prehispánicas, como la escultura de felino y la representación de la diosa de la tierra Tlaltecuhtli.





La estancia
Se trata de una estructura de dos cuerpos, el primero de estos está en proceso de investigación. 

El segundo cuerpo están sus escalinatas orientadas hacia el poniente. Y pose dos etapas constructivas. 

Desafortunadamente en la parte superior se encuentra
una fosa de saqueo , posiblemente elaborada a principios del siglo pasado.




Santa María
Este conjunto se trata de dos edificios, este último con una sub estructura se encuentra dividida en estructura A,B y C. 
La plataforma se encuentra con vista al poniente y posee dados, alfardas y escaleras de menor tamaño.



Santiago
Son los restos de una capilla del siglo XVI de 11 por 31 metros, su construcción está encima de un edificio prehispánico. 

La evidencia son restos de muros y fustes de columnas coloniales.





Bibliografía
Batres, Leopoldo. Mis exploraciones en Huexotla, Texcoco y "El Gavilan". México: J.L. Guerrero Cía, 1904.
Cevallos, Roque. Huexotla y Tetzcotzingo. México, 1972.
García García, María Teresa. Huexotla. Un sitio del Alcohuacan. México: INAH, SEP, 1987.
Parsons, Jeffrey. Prehistoric Settlement Patterns in the Texcoco Región . USA: Universiy of Michigan, 1971.


Texto: Rodolfo Neftali Galvan Mercado