martes, 3 de enero de 2017

EL PRIMO DEL NOPAL


Cuentan por ahí que cuando el ejército de Cortés llegó a Tenochtitlán, temerosos de ser envenenados con huevos de mosco, escamoles y otros platillos muy raros para ellos, se alimentaban de fruta únicamente y en México, tierra bendita, existía una gran diversidad. 

El imperio azteca le daba gran importancia a la comida y las frutas ocupaban un lugar especial ya que consideraban que les ayudaba a mantenerse jóvenes. 

Se habla de trueques de joyas y oro por una muy buena cantidad de mangos, piñas o papayas recién traídas de la costa de Veracruz y se dice que el emperador Moctezuma Xocoyotzin era agasajado en sus comidas con más de una docena de platillos. 




Que, indispensablemente incluían frutas ya fuera como postre, agua de sabor o como platillo principal. 

Los asentamientos y desarrollo de tlaxcaltecas, cholultecas, toltecas y otomíes, entre otras etnias, encontraron en la acidez del xoconostle un alimento altamente resistente a la putrefacción (lo que no se logra con otras tunas dulces), que puede incluso dejarse sin cortar en la planta hasta el lapso de un año sin que se eche a perder. 





Como se menciona en la mitología azteca, es una “planta de vida”, que nunca muere, ya que al secarse o hacerse vieja siempre le da vida a una nueva planta. 

Tras el proceso de sedentarización de los pueblos indígenas, algunos mantuvieron la costumbre de cultivar xoconostle en los patios de sus casas a fin de tenerlos siempre frescos, tanto para su uso culinario como medicinal. 






Para cuando los españoles descubrieron el nopal en el siglo XVI, el xoconostle era “el higo de barbarie”; durante la colonia se prefería la tuna dulce y se dejaba de lado al xoconostle, pero con la independencia los humildes platos de la cocina indígena se dieron a conocer ante el mundo entero y el “mole de olla” con el xoconostle como su ingrediente esencial, asumió el nivel de importancia que cuenta en la actualidad. 

El xoconostle es un producto muy versátil de origen mexicano, que además de ser un alimento muy completo también le otorga beneficios a nuestra salud. 

Su nombre proviene del náhuatl "xococ" y "nochtl", que significan agrio y tuna, respectivamente; es una variedad específica del nopal, es muy parecido a la tuna y un elemento distintivo de la cocina regional del Estado de Hidalgo. 

Crece en las zonas secas del Mezquital en Hidalgo, así como en los estados de Guanajuato, Jalisco, Zacatecas, Tamaulipas y parte del estado de México. 

En la gastronomía actual, el xoconostle es utilizado para preparar agua fresca, guisados con carne de cerdo, licores, mermeladas, salsas; también sirve como botana si se deshidrata y se mezcla con chile y limón. 

Como datos curiosos, los cocineros de la realeza española, deleitaban los paladares de los reyes Juan Carlos y Sofía con chuletas de cerdo ligeramente doradas en mantequilla, horneadas en salsa de champiñones y bañadas con crema de xoconostle; también hace unos años, en el concurso "La mejor cocina de la Ciudad de México 2009", resultó ganadora una joven de 22 años con el platillo “El molcajete de Moctezuma”, creación gastronómica hecha a base de pescado blanco y aderezada con salsa de xoconostle, aguamiel, chapulines, acociles, pulque, mole, tamalitos y quesadillas. 

El objetivo era mostrar un "microcosmos" del sabor derivado, en aquélla época, de los manjares preferidos por Moctezuma Xocoyotzin. 

De los beneficios que el consumo del xoconostle trae a nuestra salud, se dice que es excelente como antioxidante, fortalece el sistema inmunológico, los huesos, los dientes, el sistema respiratorio y acorta la duración de los resfriados; ayuda en el proceso de la coagulación, saludable, a prevenir calambres, cálculos renales y la osteoporosis, a mantener y reparar la piel y el cartílago, limpiar el intestino contrarrestando los efectos del estreñimiento, mejora la cicatrización. 

Además, da una sensación de saciedad y contribuye a reducir la tensión arterial. 

Cabe destacar que estudiantes del Instituto Politécnico Nacional crearon un yogurt de xoconostle para reducir los niveles de colesterol malo, triglicéridos y azúcar, además de ayudar a controlar problemas gastrointestinales por su alto contenido de fibra. 

Desafortunadamente la mayoría de la población mexicana desconoce ésta información, por lo que su consumo se reduce a las ocasiones en que se prepara el delicioso “mole de olla”. 





Texto: Ale Salazar. 

Bibliografía: 
http://www.saboramexico.com.mx
http://www.elsiglodetorreon.com.mx
http://www.oem.com.mx/elsoldemexico

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