viernes, 13 de enero de 2017

La arquitectura doméstica en Mesoamérica

II



La forma de distribución de los hogares giraba en torno al patio, donde giraba el rededor de las actividades domésticas, desde lo necesario para la preparación de alimentos, la crianza de los niños, la crianza de animales, el culto doméstico y también sus principales oficios.

Las viviendas se trataban de habitaciones sencillas con la puerta como única entrada de luz, que si analizamos el hecho de que la mayor parte de las actividades eran en el exterior, veremos que a lo mucho solo necesitaban de un espacio en donde dormir, cocinar y almacenar alimentos como el maíz.

Por lo regular el conjunto residencial se trataban de habitaciones aisladas construidas en torno al patio.

El terreno familiar podía estar delimitado del espacio público, ya sea con una enramada,muros vivos de cactáceas o magueyales o muros de mampostería.

La forma de las viviendas podían ser cuadradas o rectangulares por lo regular, o también podían ser de planta curvilínea, ya sea ovales o redondas. Incluso en algunas regiones del norte de México se construían viviendas semisubterráneas (en una futura publicación tratare ese tema en particular). 

El número de viviendas dependía de los miembros de las familias, que pueden ir de una vivienda con capacidad de albergar de 5 a 7 personas, o una familia más extensa donde era necesaria la construcción de más viviendas.

Cabe destacar, que las casas no solo servían como viviendas de los vivos, sino que también lo eran de los muertos, ya que en el terreno familiar era donde se hacían los entierros de los miembros de la familia, ya sea enterrando el cuerpo entero de los difuntos (incluso construyendo criptas de diversa calidad como pasaba en Oaxaca) o la urna funeraria, con lo que no se rompía la relación entre sus moradores con sus antepasados.

Además de los espacios destinados al descanso, también encontramos estructuras destinadas como graneros donde se almacenaban los alimentos necesarios para la subsistencia de la familia. Los graneros podían ser unos enrejados de madera o podían ser estructuras de adobe con forma de olla y con techumbre de zacate (hoy en día existen y en la zona náhuatl se les conoce como cuexcomates). 

También es importante destacar la existencia de pequeños lugares de culto en el conjunto familiar donde se solían celebrar ceremonias familiares. Estas podían ser desde pequeñas estructuras piramidales o capillas y solían estar en el patio.

Conforme la vida urbana se fue volviendo más compleja, las viviendas de la zona media y alta dieron lugar de edificios aislados a conjuntos habitacionales con sus respectivos patios para el estar de sus habitantes y para darles luz a los espacios cerrados. 

Ejemplos de estos los tenemos en Teotihuacán, Tula, o como lo aseguran las descripciones de los españoles, las ciudades de la Cuenca de México incluyendo la propia Tenochtitlan.

Curiosamente, podemos afirmar que uno de los ejemplos de arquitectura mesoamericana que casi han permanecido inalterados a través del tiempo es precisamente la arquitectura domestica de los campesinos, ya que la vida cotidiana como tal no fue tan alterada conquista española, salvo por la introducción de algunos elementos como los animales de granja.

En cambio, la transición es más evidente en las casas de las clases más elevadas, como el caso de las familias de gobernantes y comerciantes. 

Pero no se trató de un cambio de golpe, sino que fue un cambio generacional que poco a poco fueron adoptando elementos españoles, como la introducción de ventanas, el uso de tejado, la adopción de elementos decorativos europeos, entre otros más. 

Sobreviven algunos ejemplos de esta transición, principalmente en las conocidas casas de cabildo de las comunidades indígenas, pero el ejemplo más notable de estos cambios los podemos ver en la Casa de la Cacica que se localiza en la localidad de San Pedro Teposcolula, Oaxaca.

Por desgracia, esta arquitectura vernácula que tiene sus raíces tanto en el mundo mesoamericano como en el creado a partir del mestizaje cultural está muriendo frente a los embates de la modernidad cambiándose por las llamadas “casas de material”, que ni siquiera siguen los parámetros de las casas tradicionales, perdiendo tanto poblaciones rurales y ciudades la fisonomía que tanto enamoro a propios y extraños.










Bibliografía:
- Pablo Escalante Gonzalbo, La vida cotidiana en México, Tomo 1.
- David M. Carballo, La casa en Mesoamérica, Arqueología Mexicana no. 140.
- Reconstrucción de las viviendas de la comunidad de Tetimpa, Puebla.
- Reconstrucción de las viviendas de campesinos mayas.
- Reconstrucción del conjunto habitacional de La Ventilla, Teotihuacan.
- Maqueta votiva, Nayarit, Periodo Clásico.
- Vivienda maya contemporánea.
- Vivienda mixteca de adobe con su techumbre de zacate.
- Viviendas contemporáneas purépechas de madera.
- Vivienda de pencas de maguey.
- Casa de la Cacica, San Pedro Teposcolula, Oaxaca, siglo XVI.


Texto: Federico Pérez


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