viernes, 31 de marzo de 2017

Los acueductos en Tenochtitlán y su reutilización colonial


La ubicación de México-Tenochtitlán, en medio del gran lago Texcoco cargado hacia su borde occidental y tomando en cuenta que dicho lago era salobre, siempre necesitó de implementos hidráulicos que trajeran agua corriente potable de los alrededores hacia la gran urbe. Una vez que Cortés se instaló en Cholula, el capitán Diego de Ordaz acompañado por algunos españoles e indígenas aliados, pidió permiso a Cortés para buscar la cumbre del majestuoso Popocatépetl que se erigía ante los españoles.


Ordaz junto con pocos hombres lograron la hazaña de hacer cumbre en el coloso, aprovecharon el hecho para recolectar azufre que se utiliza en la fabricación de pólvora y durante su descenso pudieron observar como el lago Texcoco lucía como enjoyado con 4 ciudades principales que refulgían al sol: Tlatelolco, Tacuba, Texcoco y por supuesto Tenochtitlán, esto también sirvió para tener una vista privilegiada de los campos de cultivo y los sistemas de canales y acueductos que bañaban de agua cristalina la gran ciudad.

De acuerdo con descripciones del siglo XVI e investigaciones arqueológicas, de Chapultepéc manaba agua potable de diferentes ojos de agua o manantiales, desde la época prehispánica esto fue aprovechado por los mexica para llevar agua a su ciudad, se piensa que el principal manantial de Chapultepéc era de dos caños o tubos de barro, uno para traer y otro para evacuar el agua ya contaminada de la ciudad, la extrema higiene mexica puede ser un mito debido a la necesidad de abono para sus chinampas flotantes en el lago y al no existir animales de tiro, el único medio de abono natural era el excremento humano, lo que seguramente aumentó considerablemente la contaminación del lago. Así mismo si tomamos en cuenta las prácticas funerarias de los macehuales donde los muertos eran enterrados debajo de la casa, cerca del fogón, esto podría ponerse en duda.


Sin embargo, una de las tácticas usadas por Cortés en el sitio final de cerca de 80 días bajo el que puso a Tenochtitlán, fue el cortar el flujo de agua corriente proveniente de Chapultepéc para así debilitar a los defensores de la ciudad de Huitzilopochtli. Una vez consumada la caída de Tenochtitlán, y bajo el mando de Cortés que pensó en reconstruirla, una de las primeras órdenes fue la de reparar y remozar dicho acueducto, con las implementaciones a través del tiempo, y con la edificación del Castillo de Chapultepéc, el acueducto que sufrió diversas modificaciones fue dotado de 3 fuentes que funcionaron a manera de cajas de agua para repartir el líquido por medio de los ramales de Salto del Agua, Izazaga y Belén.


La importancia de este acueducto es que sigue la traza del acueducto prehispánico de Chapultepéc, esto lo tenemos también reflejado en otros elementos arquitectónicos como la albarrada de Nezahualcóyotl, sobre la que presuntamente se construyó el actual albarradón de Ecatepéc. Mucho de este acueducto se ha visto destruido a través del tiempo y actualmente solo quedan algunos arcos sobre avenida Chapultepéc y dentro de la barda perimetral del Castillo. La continuación arquitectónica de estos espacios de origen prehispánico y su reutilización en época colonial, nos pueden dar una idea del alto grado de ingeniería que lograron desarrollar los mexica.




Para saber más:
Acueductos de México, Yolanda Bravo Saldaña.

La arqueología de Chapultepéc en el plano del Real Sitio de 1792, María de la Luz Moreno Cabrera.

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